martes, 13 de noviembre de 2012

La caida de la tortilla española

Lo de la tortilla española en España me parece muy fuerte; desde que los bolsillos de la plebe rechinan entre los forros del pantalón, estoy viendo como día a día va mermando la oferta del suculento alimento en la extensa red hostelera nacional. Por suerte o por desgracia viajo con cierta frecuencia y veo como poco a poco van disminuyendo los sitios donde disfrutar de un buen almuerzo matutino, de esos de toda la vida, en los que combinar un pincho de tortilla recién hecha con un par de salchichas (longanizas en mi tierra) y una olivas negras (de las aderezadas con limón) Pues no señor, ahora ya no puedes, y aunque conozco y entiendo las causas, para nada estoy de acuerdo con la dinámica de los hechos.Creo que algunos estblecimientos tienen las cosas claras aunque la mayoría se está dejando engullir por la espiral negativa que les hace recortar en lo que entiendo que no deben recortar. Y esa dinámica es la que los lleva a reducir en cocina y otras cosas y convertirse en meros expendedores de café, croisanes y cerveza.
Ponerse a hacer una tortilla significa un gasto de dos euros y media hora de trabajo (compatible con otras tareas) y el precio medio de un pincho puede rondar esa cantidad, con lo que aunque el bar solo venda un pincho, seguramente no le va a producir pérdidas; pues no, el barero se le reconcomen las tripas cuando un día tiene que tirar a la basura 3/4 partes de la tortilla, con lo cual la vuelve a sacar al día siguiente y prueba suerte con algún pardillo que le pueda rentabilizar el asunto; es ahí donde empieza el principio del fín de la tortilla en ese bar, y en otro y en otro. Yo ya he perdido la verguenza y cuando veo una tortilla en primera fila de la vitrina, son las 9:30 y le falta una porción, mi pregunta, educadamente es: ¿está recién hecha? y con las respuestas que he recibido en ocasiones, podría escribir un libro de chistes. Como la respuesta siempre es automática, y siempre es SI, me arriesgo y le pido al mesié que NO me la ponga en el microondas.......
Buenooo, cuando les has pillado el fallo, el bar se convierte en un escenario de Buñuel, y las explicaciones, giros, circunloquios y contradicciones del que te la iba a meter, acaban en: bueno pues mejor me haces un bocadillos de francesa.
El lateral de una tortilla que ha pasado la noche en el frigorifico es facil de identificar, con ese contorno oscurecido, que algunos avispados rebañan quitanfole una laminilla, pero que entonces toma apariencia de piedra de Porriño para encimeras, con el pulido corte de sus patatas patinado con el brillo petréo del huevo texturizado formando un "todo comprimido" sin grietas ni huecos de aire. Enfín recién hecha.....¡¡¡YA!!!
De vez en cuando voy a un bar de poligono que hace la tortilla todos los días, lo tengo claro; lo que no tengo claro es que ha reducido la cantidad de pan del cestillo, saca una servilleta en lugar de dos, ha despedido a la camarera que adornaba más que un "Matisse" y ha dejado (por obligacion comprensible) al hijo que es un INUTIL, y todo ello sin Bajarse de los 5,50 € que me cobraba con los desaparecidos extras; mi unica respuesta es que voy a ese bar la tercera parte de las veces que iba antes.